Para conseguir la hombría se necesita más que un par de testículos. Las multitudes de culturas alrededor del mundo tienen ritos de paso para simbolizarla, pero los hombres en la cultura contemperaría, al igual que las mujeres, usualmente tienen que adaptar su sentido de identidad con los cambios radicales del mundo. Este artículo se concentra en el viaje de la niñez hacia la hombría, en lugar de ser acerca de una diferencia fundamental entre hombres y mujeres. Las opiniones acerca de los puntos subyacentes pueden diferir, pero ser un hombre que se merece respeto en el mundo actual requiere de integridad, responsabilidad, confianza en uno mismo y conocimiento de uno mismo. “sé pues, fuerte, y se hombre” 1 Reyes 2:2.
PASOS
- 1Conócete ti mismo. Debes entender que todos los hombres en todas las culturas, hasta cierto punto, han socializado en maneras que pueden ser dañinas psicológica y culturalmente, y pueden traer desdicha. El primer paso en crear un sentido de identidad de hombría es examinar el ambiente en el cual fuimos criados, lo más objetivamente que puedas.
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¿Creciste en una cultura donde era aceptable abusar de alguien, ya sea física o verbalmente, por haberse ‘pasado de la raya’ o por ser insubordinado? La violencia es el resultado de la cobardía en lugar de ser un impulso genuino de resolver un problema; es una reacción de frustración; un ataque desesperado por tener el poder cuando nada sale cómo quieres. Usar la violencia o amenazas en contra de amigos o de la familia para mostrar “tu autoridad” no es saludable y es dañino. Docenas de filosofías y culturas mundiales afirman que la violencia sólo es aceptable como una manera de protegerse de un peligro inminente.
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¿Donde se te enseña a ser “duro” hasta el punto en que reprimas tus emociones, no dejas fluir tus lágrimas y nunca expones vulnerabilidad? El inconveniente en esta situación es que también se aprende a internalizar y reprimir estas emociones que luego se manifiestan y escapan en maneras indeseables. Concéntrate en ser fuerte al punto de que puedas ser una figura confiable y fuerte que pueda manejar la adversidad. Algunas veces debes hacer cosas desagradables por el bien de los que amas, y esto requiere de dureza, pero busca maneras saludables de descargarte también.
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¿Creciste en una cultura donde era aceptable abusar de alguien, ya sea física o verbalmente, por haberse ‘pasado de la raya’ o por ser insubordinado? La violencia es el resultado de la cobardía en lugar de ser un impulso genuino de resolver un problema; es una reacción de frustración; un ataque desesperado por tener el poder cuando nada sale cómo quieres. Usar la violencia o amenazas en contra de amigos o de la familia para mostrar “tu autoridad” no es saludable y es dañino. Docenas de filosofías y culturas mundiales afirman que la violencia sólo es aceptable como una manera de protegerse de un peligro inminente.
- 2Transfórmate. Tu cuerpo ha cambiado de ser un cuerpo de muchacho a ser el cuerpo de un hombre, y también debe hacerlo tu mente y tu corazón. Un muchacho atrapado en un cuerpo de un hombre no es un hombre real. Piensa en los estereotipos que te han impuesto (en los pasos anteriores) y cómo puedes vencerlos. Debes entender que este proceso diferirá grandemente de hombre a hombre, y continuará a través de la vida. Lo importante es que aprendas y madures a medida que pasa el tiempo.
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- 4CONSEJOS
- Rodéate de buenos modelos a seguir, aunque sean más jóvenes que tu. ¿quién en tu vida piensas que sea un buen modelo de hombre? ¿cómo actúan? ¿qué hacen? Aprende de ellos, pero recuerda que nadie es perfecto, ellos también siguen aprendiendo, igual que tu.
- Tal vez no quieras casarte; esa es tu elección. El matrimonio no es un requerimiento para ser un hombre real.
- Se requieren muchos años para desarrollar las cualidades que te diferencian de ser un hombre a ser un muchacho. Todos crecemos a diferente ritmo. Sigue trabajando en ello.
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